El manifiesto de la feminista italiana Carla Lonzi reflexiona sobre el pensamiento filosófico y la teorización sobre la inferioridad de la mujer, basándose en Hegel, quien ubicó a las mujeres en el umbral del mundo animal, nos confinó al espacio privado y al ejercicio de la piedad. Este texto fue editado y traducido por primera vez al castellano en 1978 y reeditado solo hace unos años para retomar el gesto de rebelión de Lonzi.
La contratapa de este librito habla por sí misma: "Consideramos responsables de las grandes humillaciones que nos ha impuesto el mundo patriarcal a los pensadores: (...) Ellos han justificado en la metafísica lo que en la vida de la mujer había de injusto y atroz."
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